GIGANTESCA CASCADA EN UN RASCACIELOS
China es un país que destaca por sus grandes construcciones y resulta un reto para los arquitectos crear proyectos originales que destaquen entre la multitud de rascacielos. Uno de esos diseños es el edificio Liebian, de 120 metros de altura en la ciudad de Guiyang, al sudoeste de China. En él podemos disfrutar de la cascada artificial más alta del mundo -108 metros de altura- incorporada en la fachada del rascacielos. A los pies del edificio de oficinas se ha instalado un gran embalse.
La cascada, que evidentemente resulta espectacular para el viandante o turista, tiene un coste eléctrico elevado para los propietarios del edificio: unos 800 yuanes (117€) por hora. Eso sí, no está en funcionamiento todo el día ni por mucho tiempo; solo se pone en marcha en ocasiones especiales entre 10 y 20 minutos.
Esta obra maestra de ingeniería ha estado en funcionamiento seis veces desde su creación. Se espera que la cascada se convierta en una nueva atracción turística.