Las “azoteas verdes”
Durante mucho tiempo, los techos y azoteas de los edificios urbanos simplemente han tenido la función de aislar y algún servicio complementario. Se trata, pues, de un espacio desperdiciado. Entonces, ¿por qué no aprovechar los techos de los edificios para construir una ciudad más verde?
La instalación de jardines y zonas de cultivo en las azoteas de los edificios sigue ganando adeptos. Se trata de una herramienta natural para mejorar la habitabilidad y proporcionar un ahorro energético considerable y más si cabe en nuestro país, que posee uno de los más altos índices de deforestación a causa de la urbanización.
Entre las ventajas que aporta podemos citar:
- Funcionan como un termostato natural: los techos ajardinados pueden llegar a disminuir en un 25% el gasto en aire acondicionado y en invierno reducir hasta en un 50% las pérdidas de calor.
- Son un excelente aislante acústico: las plantas forman una mampara natural contra el ruido producido.
- Pueden ayudar a controlar la emisión de CO2 mediante la fotosíntesis de las plantas. El espacio verde ayuda a purificar el aire y reducir los gases contaminantes en el entorno.
- Es un espacio para cultivar alimentos. Permite el cultivo de hortalizas y flores, convirtiéndose en un espacio productivo.
- Los beneficios económicos de una azotea verde se muestran en el incremento de entre un 15 y un 20% en el valor del inmueble, garantizando una vida más larga a la estructura del edificio.
Uno de los países donde han decidido obligar por ley a incorporar jardines en las azoteas de los edificios de nueva construcción es Francia. Según expertos franceses, las plantas en lo alto de los edificios pueden ayudar a paliar las emisiones de dióxido de carbono, unas emisiones que en la actualidad en Francia multiplican por cuatro los niveles máximos establecidos.
Copenhague también tiene en marcha muchas iniciativas para mejorar la calidad del aire y entre ellas está la de convertir los techos verdes en obligatorios, con el objetivo de conseguir emisiones cero de CO2 para el año 2025.